Hoja de ruta

Hace aproximadamente un año, Lina (mi reflexóloga) me comunicó que le había llegado por correo una información de unos complementos alimenticios que eran muy buenos para tratar todas las enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer, el Parkinson o la esclerosis, y son totalmente naturales.
 – yo los he comprado para mi hermana que tiene Parkinson
 – pues ya me contaras que tal le va a tu hermana.


Me lo dijo en un momento que yo ya estaba saturado de tantos productos homeopáticos que probaba, compraba y lo peor, tenía que meter en mi rutina mañanera con el resto de productos que me había recetado con antelación, por no hablar del mayor perjudicado que no era otro que mi bolsillo. Una pasta era el presupuesto que tenía y tengo todos los meses en comprar complementos alimenticios (así llaman a los medicamentos naturales). Por Navidad, recibo un christmas todos los años del herbolario felicitándome las pascuas como cliente preferencial, normal, con el dinero que me dejo, no hacen más que poblar de sucursales todo Madrid.

Ni que decir tiene que ninguno de estos complementos entra dentro de los medicamentos subvencionados por el estado a través de la seguridad social. Esto es así, o pasas por los tratamientos oficiales o si no, pagas, ni que nosotros los que hemos decidido como personas libres que somos, (en apariencia) no meternos química para el cuerpo y enfocar nuestra enfermedad desde un tratamiento natural no tuviéramos derecho a decidir como tenemos que morir. Aun así, tenemos la obligación de seguir pagando mensualmente los
seguros sociales. Eso lo tenemos merecido por díscolos.

Para colmo tenemos que oír las quejas de cierto colectivo en contra del euro por receta????, ya me gustaría a mí pagar un euro por cada nuevo tratamiento de mi querida Lina.

Bueno, después de relajarme tomando un poco de papaya y habiendo vaciado mi cuerpo de argumentos dañinos, continúo con mi relato.

Pasadas dos o tres semanas de la compra de los complementos alimenticios por parte de Lina, me comentó que a su hermana le estaban sentando de perlas y que había experimentado cierta mejoría. Me resigno a aceptar que voy a tener que ampliar mi tratamiento matutino y la pregunto qué en donde se compran.
 – Es un homeópata afincado en Gerona que lleva la distribución de estos productos, se llama Francisco Mares y se compra por internet.
 – Lina, para meterme en probaturas nuevas necesito primero hablar con él.
 – Se lo he comentado a Cristina y lo quiere comprar
 – Pues ya hablaré yo con Cristina y nos pondremos de acuerdo.


Cristina es una paciente de Lina que también tiene esclerosis. Desde que nos conocemos hace aproximadamente 2 años y medio hemos congeniado a las mil maravillas, nos apoyamos, compramos productos juntos para que nos salgan más baratos, compartimos artículos publicados referentes a los avances de nuestra enfermedad (la excusa perfecta para charlar un rato, porque avances…. más bien pocos) y cuando alguno de los dos está un poco depre, pues nos llamamos y compartimos penas o el uno levanta la moral al otro.

Es pura dinamita, deportista nata, de hecho, antes de su enfermedad corría maratones con frecuencia. Eso sí, es doña ocurrencias, la última es que en el mes de julio de este año tiene programado un reto que es nada más ni nada menos que cruzar el estrecho de Gibraltar a nado. Sería la primera mujer y por supuesto con esclerosis que lo consiguiera, así que desde aquí te deseo de corazón que lo consigas. (Y deja ya de inventar). Todo lo que tiene de cabezota lo tiene de buena persona, es más, tiene un corazón que no la cabe en el
pecho. Cris es todo un lujo haberte conocido.

Los productos en cuestión son dos, uno se llama Beginol y el otro Cloroyudol. Me pongo al habla con Cristina y la comento,
 – Cris, yo creo que debíamos empezar por uno de los dos y ver cómo nos va
 – de acuerdo, por cual empezamos?
 – a mí el cloroyudol me suena un poco peligroso, yo empezaría por el otro. Mi padre siempre dice que las pruebas se deben hacer con gaseosa, no con champagne y a mí el cloroyudol me da un poco de miedo, qué opinas?
 – Me parece correcto, como un bote de Beginol dura aproximadamente un mes pues vemos como nos va y si ninguno de los dos morimos pues probamos con el otro.
 – la hermana de Lina sigue viva
 – tienes razón, hecho, uno para ti y otro para mí.
 – somos unos inconscientes
 – esa aseveración déjala para cuando probemos el cloroyudol
 – si seguimos vivos
 – joder Chiqui, se positivo
 – tienes razón, con lo que llevamos probado hasta la fecha no nos vamos a achantar por catar una cosa más
 – pues eso, no se hable más

Así fue como primero el Beginol y al mes el Cloroyudol entraron a formar parte de nuestras vidas. Para poder encauzar y sobrellevar una enfermedad tan inestable y cambiante como es la esclerosis es imprescindible, desde mi punto de vista, elaborar un procedimiento por el cual guiarse, una hoja de ruta.

Una vez precisada la estrategia a seguir es fundamental echar mano de toda nuestra fuerza de voluntad, disciplina, tenacidad y sobre todo, mantenerse firme en la determinación que hemos tomado. Esta es en resumen, la hoja de ruta por la que decidí caminar.

  1. Lo primero fue conocer y ponerme en manos de mi reflexóloga y terapeuta. Lina es la persona que me dio las pautas a seguir para llevar una vida sana, basada en una alimentación variada y libre de grasas. Me transformó de arriba abajo mi forma de actuar, serenando mis reacciones y enseñándome a ser más analítico, reflexivo y más empático con la gente que merece la pena. Me ha enseñado a ser yo mismo y a ser consciente de que los pequeños detalles que la vida nos ofrece, son los que de verdad hay que valorar, aprovechar y
    disfrutar, porque la suma de esas pequeñas anécdotas son las que hacen que nuestro interior este en paz, alineado con nuestra mente y por ende el gran beneficiado de esa coordinación es nuestro cuerpo, nuestra salud y nuestro equilibrio. Todo esto lo lleva a cabo a través de mis pies, mi mente y mi espíritu. Lina fue el primer paso, es la jefa y su aportación ni la discuto ni la cuestiono. Como ya dije en otro artículo, «beso por donde pisa»
  2. La dieta, es parte fundamental de nuestra sanación y de la de todos los enfermos en general. Para mantener un organismo equilibrado es fundamental seguir una dieta equilibrada. ¿Incómodo? sí pero fundamental. En España tenemos una ventaja, la dieta mediterránea, solo es cuestión de ponerla en práctica.
  3. El ejercicio, es vital mantenerse en forma. Decía un spot publicitario de hace años, «quién mueve las piernas, mueve el corazón». Para nosotros los que padecemos esclerosis, es primordial fortalecer el tronco porque este es la base de nuestro equilibrio. Si somos capaces de combinar ejercicio aeróbico con la estimulación de los cuádriceps y los isquiotidiales, tendremos medio camino recorrido. ¿Otras terapias que dan unos resultados tremendamente satisfactorios, es el yoga o el pilates Cuesta? mucho, ¿pero hay algo en la vida que no cueste esfuerzo? Pues esto es lo que hay y no nos queda otra. Hay que hacerlo sí, o sí.
  4. Los complementos alimenticios. Intentar tratarnos en la medida de lo posible, con complementos naturales. La madre naturaleza nos ofrece un ramillete de plantas o sustancias que no conllevan contraindicación alguna y que merecen tener un estudio más pormenorizado de lo realizado hasta el momento.

    Aquí es donde entran nuestros queridos Cloroyudol y Beginol.
    En el próximo post hablaré de estos complementos y de su creador.
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